Malos Hábitos y 

Patrones de Conducta.

Efesios 4:22 "Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir despojándose de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido a causa de los deseos engañosos"

La conducta, el modo de comportarse o dirigirse a las personas, y los hábitos, son un patrón adquirido por la repetición continua, que termina reflejando el carácter de la persona- Ambos pueden ser "provechosos o destructivos".

El Señor está interesado en renovarnos integralmente, pero queda de nuestra parte, renunciar voluntariamente para despojarnos de todo vestigio de la vieja naturaleza- Se trata de una verdadera rendición al Padre.

Los seres humanos por lo general, somos muy buenos para justificar nuestro mal comportamiento o disimular malos hábitos; maquillando esos patrones de conducta incorrectos, señalando culpables o victimizándonos.

Dice Romanos 6:6 Sabemos que lo que antes eramos, fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.

Si este punto solo es tratado a nivel emocional, sería como si podamos solo las ramas secas y quitamos los frutos podridos del árbol, esperando nuevos brotes. Pero Dios quiere tratar con la raíz del asunto; Con todo lo que alimenta esa conducta dañina y hace brotar frutos de la carne- En Su trato espiritual y liberador. Por eso es necesario que le cedamos nuestra voluntad para que El haga.

Dice Ezequiel 18:30,32 Yo los juzgo a cada uno de ustedes...de acuerdo a su conducta...Apártense de todas las maldades que han cometido contra mi, y háganse de un corazón y un espíritu nuevo.

Vamos a cortar con esas iniquidades, malas herencias familiares, relaciones enfermizas, palabras de maldición y patrones incorrectos.

Con la ayuda del Espíritu Santo, el ADN del Eterno en nosotros, la Palabra de Dios declarada y vivida, el poder del Nombre de Jesús y la sangre de Cristo; Seremos verdaderamente libres caminando en Su diseño, andaremos en novedad de vida, veremos al mundo desde la perspectiva Divina dando pasos en nuestro destino profético, viviremos de triunfo en triunfo y nos pareceremos cada vez mas a Jesús.

No te distraigas ni te justifiques, abandónate en los brazos de Dios y ¡Recibe tu libertad!