Modales de Reino.

Efesios 6:4 "Y ustedes padres, no hagan enojar a sus hijos, sino mas bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que el Señor quiere"

La buena educación y buenos modales comienzan en el hogar.

Entendiendo que los creyentes somo linaje escogido, hijos del Rey y embajadores del Reino de los cielos; debemos comportarnos como tal.

Independientemente de proceder de un hogar de escasos recursos, no tener un titulo universitario o que la cultura donde fuimos formados fue escasa en modales; Nuestra conducta se debe destacar como gente respetuosa que exalta los valores y se sabe comportar. 

Una vez que llegamos a los caminos del Señor, debemos adoptar la posición de cultura de Reino con todo lo que esto acarrea; Y desempeñamos como los mejores ciudadanos en esta sociedad, en todos los aspectos con el sello de distinción como hijos de Dios.

La urbanidad siempre nos ayudará a tener relaciones mas fáciles, justas y humanas- Se trata de comportarnos correctamente: En el trato cordial y de buenos modales con los demás, saber comportarse en una mesa, ser ejemplo con nuestra vestimenta y hasta en la manera de dirigirnos a las personas incluyendo ademanes y tono de voz.

Dice Colosenses 4:6 Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también como contestar a cada uno.

No se trata de sofisticación extrema sino de modales, educación y desenvolvimiento correcto en cada ocasión.

Dice Efesios 2:10 Pues es Dios quien nos ha hecho; El nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que nos había preparado...

Como ciudadanos del Reino, nuestra presencia en todo lugar debe convertirse en bálsamo, luz, ejemplo, gozo, amor y paz. Porque la amabilidad y cortesía debe distinguirnos en todo lugar.

Seamos delicados en nuestro trato con los demás sin importar sexo, raza o posición social; Aprendamos a saludar, sonreír, pedir por favor, mostrando siempre los frutos del espíritu.

Seamos parte del cambio que necesita esta sociedad que promueve el irrespeto, libertinaje y mediocridad. 

¡Comportémonos como gente de la Realeza que somos!