El Motivo de 

Nuestro Regocijo.

Lucas 10:20 "Sin embargo, no se regocijen en esto de que los espíritus se les someten, sino alégrense de que sus nombres estén inscritos en los cielos"

En esta oportunidad, los discípulos regresaban de una ministración exitosa; Estaban emocionados por la manera como Dios les había usado. Vieron grandes resultados en la autoridad del Nombre de Jesús y su posición ante el mundo espiritual.

Sin embargo Jesucristo les llamó a reflexión, al recordarles sabiamente que había una victoria mucho más importante, y era que sus nombres estuvieran inscritos en el libro de la vida- Que por cierto, el echar fuera demonios o moverse en lo sobrenatural no se los garantizaba.

La maravilla mayor de nuestra vida en el mover de Cristo, es nuestra ciudadanía celestial.

Dice 1 Corintios 13:2,3 Y si tuviese el don de profecía y entendiese todos los misterios y el conocimiento, y tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy...

Esto supone la importancia de nuestra condición interna; Porque definitivamente el Padre puede usar a quien quiere, y eso no quiere decir que si le plació usarnos es porque estamos bien con El. Recordemos que en una oportunidad uso un mulo y hasta a las piedras las hace hablar cuando El quiere.

No hagamos de los dones, cargos o moveres, un ídolo; Dios busca corazones, y está interesado en formar su carácter en ellos.

Si bien es cierto que la Biblia establece que las señales seguirán a los que creen; Eso no garantiza que el Señor esté agradado de su condición interna; Simplemente cumple Sus propósitos y establece Su Soberanía sobre todo hombre y circunstancia.

Hay algo mas allá en lo que debemos esforzarnos, y es tener en el fruto del espíritu en nosotros- Los dones son maravillosos, pero son los frutos los que nos acercan al cielo.

Dice Apocalipsis 20:12,15 Y vi a los muertos, grandes y pequeños de pie ante Dios; Y los libros fueron abiertos...Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego.

Así que no te gloríes ni te envanezcas cuando al Eterno le place usarte; Mejor enfócate en conocerle, seguir Sus pasos, agradar Su corazón, impartir Su amor y ser de bendición como grato olor de Cristo donde quiera que estés.