¡Resiste!

Efesios 6:13 "Por lo tanto; tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir el día malo; Y habiendo hecho todo, estar firmes"

Todos tenemos días malos, pero depende de nosotros mismos si nos dejamos dañar o "resistimos" como buenos soldados, apeltrechados con toda la armadura de Dios, orando en todo momento.

El Señor no prometió que la vida sería color de rosas; Lo que si dijo fue que estaría con nosotros hasta el fin del mundo y nos daría fuerzas y estrategias para vencer los embates que se nos presentan en la vida; Resistiendo sin quejarnos, no dejarnos ganar por fuerte que sea la presión o el mal, sin escondernos como cobardes sino dando la cara como hijos del Rey.

El enemigo de nuestras almas trata incesantemente sabotearnos para sacarnos de nuestro destino profético y distraernos en nimiedades. El usa gente, circunstancias y su ejercito de las tinieblas para tratar de oprimirnos y anularnos. Pero los que conocemos a Jesucristo, Su autoridad y tenemos una identidad clara el El para hacer uso de todas nuestras armas espirituales- No sucumbimos bajo esos ataquen ni nos damos por vencidos.

Dice Romanos 13:12 La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.

Nos hace falta discernimiento para estar alerta de dónde vienen los ataques y resistir,cerrar puertas y desautorizar al maligno.

Dice Santiago 4:7 Sométanse pues a Dios; Resistan al diablo y este huirá de ustedes.

Todo radica en llevar una vida de obediencia al Padre para seguir sus instrucciones. Porque nadie es lo suficientemente fuerte como para vencer sin la ayuda del cielo.

Hay que vivir diariamente sometidos al Eterno, declarando Sus verdades; clamando la Sangre de Cristo, bajo la sombra de Sus alas. Porque definitivamente, El es el bunker que nos mantendrá resguardados del mal.

Así que no temas, el Gran Yo Soy está de tu lado y perteneces al equipo ganador.

¡Resiste! sacúdete el polvo, levanta la cabeza y sigue adelante- Porque el galardón es para los que permanecen firmes en la fe con la mirada puesta en Cristo- La esperanza no avergüenza.