El Contentamiento.

1 Timotéo 6:6 "Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento"

El contentamiento es una satisfacción que no exige cambios en circunstancias externas.

A veces pensamos que para disfrutar esta grata sensación todo debe estar perfecto; Pero cuando estamos claros del tamaño y la suficiencia de nuestro Dios, y de nuestra posición en El, eso llega como rocío de la mañana.

Este texto comienza con el comentario sobre las falsas doctrinas y el amor al dinero, como focos infecciosos al espíritu del hombre; He invita a ver las sanas palabras del Señor, como ese bálsamo que trae tranquilidad, felicidad, plenitud y paz.

Es obvio, que esta no es la manera en que la perspectiva de las masas ven la vida; Incluso, algunos que son pudientes continúan esforzándose por más dinero, poder y niveles relativos de satisfacción- Aunque realmente viven una interpretación equivocada de las Escrituras o el valor de la vida, por no conocer al Dios Vivo, ni poseer revelación del Mismo junto a Su Palabra; Y siempre andan insatisfechos o deprimidos.

Dice Hebreos 13:5 No amen al dinero, contentense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te desampararé.

Y mas allá de pretender interpretar esto como un llamado al conformismo o a la resignación falta de esfuerzo; Esto se trata de la confianza de quien sabe: Que si tiene al Padre de su lado, "todo lo tiene" y no tendrá falta de ningún bien.

Cuando Dios dijo a Pablo "Bástate Mi Gracia", eso llevaba implícito el estar contento. Pues la persona que conoce y disfruta la Gracia del Señor, podrá experimentar la suficiente provisión del cielo para sus necesidades, y la suficiencia de la Gracia del Eterno en cada circunstancia- Todo eso nos acontecerá, como producto de conocerle y convertirnos en gente feliz, plena y confiada.

Dice Mateo 6:32,33 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas, pero tu Padre Celestial sabe que necesitas todas esas cosas...

Si te encuentras actualmente en la trampa del descontento, permite que esta palabra renueve tu mente y corazón. Pon la mirada en Jesús y toma la decisión de cambiar de actitud con la ayuda del Espíritu Divino. 

¡Vive pleno, se agradecido, aprende a disfrutar de las cosas sencillas como de las grandes, vive en la plenitud de Cristo!