La Perversidad en 

el hombre.

Proverbios 6:14,15 "La mente perversa piensa siempre en hacer lo malo y en andar provocando peleas. Por eso, en un instante le vendrá el desastre; En un abrir y cerrar de ojos quedara arruinado sin remedio"

Para nadie es un secreto que en estos últimos tiempos la maldad se ha acrecentado en el corazón de los hombres; Quienes obran con mucha malicia, y lo hacen de manera consciente, disfrutando de ello- Todo radica en la condición de su corazón, porque definitivamente, quien actúa con perversidad, no tiene a Jesús sentado en el trono de su vida.

Dice Jeremías 17:9 No hay nada tan engañoso y perverso como el corazón humano...

Somos lo que pensamos y actuamos lo que sentimos. Por lo tanto, si queremos cambiar nuestros resultados, debemos cambiar nuestras acciones; Y para cambiar las acciones producto de nuestros pensamientos, necesitamos velar por lo que dejamos entrar en nuestro corazón.

Nada puede salir sin antes haber entrado. He allí la necesidad de guardad nuestro corazón de pensamientos contaminados o perversos.

No podemos evitar que la perversidad toque nuestra puerta, pero somos quien decide abrir o mantener esa puerta cerrada.

Dice Romanos 3:29 No trames mal contra tu prójimo, mientras habite seguro a tu lado.

La perversidad es un refugio falso, una pared de mentira que los hace sentir seguros cuando en realidad están mas vulnerables; Es una auto defensa procedente de un corazón endurecido por los daños en sus relaciones que decidió ser el malo de la película. Es un cascarón hueco y frío donde se refugian los cobardes que les da un falso sentido de superioridad- Sin darse cuenta que se están minimizando ante Dios; quien dice que de repente les vendrá fuerte calamidad y ruina que serán irreversibles.

Dios mira de lejos al altivo, y por mucho que ore o clame, si no se arrepiente, lo sorprenderá el desastre.

El consejo del Padre para esta situación está en: Filipenses 4:8 Piensen en todo lo verdadero, lo recto, lo puro, en todo lo agradable, en lo que tiene buena fama, en toda clase de virtudes y en todo lo que merece alabanza. 

No sedas a la invitación de este sistema pervertido a pertenecer al grupo de los "perversos"- Teme al Señor y apártate del mal. 

Recuerda que la bendición está en ser imitadores de Cristo como hijos amados.