Tribus Urbanas 

Vs Tribu Familiar.

Jeremías 15:19 "Entonces dijo así el Señor: Si vuelves, yo te restauraré, en Mi presencia estarás; Si apartas lo precioso de lo vil serás mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, pero tu no te vuelvas a ellos"

Últimamente, por las calles hay unos grupos de jóvenes vistiendo de forma poco común pero similar entre ellos, con hábitos comunes y lugares fijos donde frecuentan. Se hacen llamar "tribus urbanas", y surgen de la necesidad de identidad, de espíritus rebeldes que se forman por carencias afectivas en el hogar.

Hay góticos, punk, neonazis, raperos, hip hoperos, poseurs, rastafari, metaleros, emo, skinherds, bikers, skaters, rollers, etc.

Ellos son una muestra de hogares disfuncionales, faltos de amor, comunicación, supervisión, atención y sobre todo faltos de oración en familia. Familias fuera del diseño de Dios, que directa o indirectamente los echan a la calle en busca de llenar esos vacíos.

Dice 1 Corintios 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas me convienen...no me dejaré dominar de ninguna.

Ningún padre tiene excusa valedera ante Dios para no asumir su rol como debe ser respecto a sus hijos. Nadie mas dará cuenta al Señor por la responsabilidad paterna sino quien lo concibió. Ni otro familiar, ni la internet, ni las amistades, ni tu falta de tiempo; son los encargados de formar esas vidas y guiarlas. Los hijos siempre serán el reflejo de lo que reciben o carecen en su hogar.

Dice Judas 24 El Dios único, Salvador nuestro, tiene poder para cuidar de que ustedes no caigan, para presentarlos sin manchas y llenos de alegría ante su gloriosa presencia.

Cuidemos a nuestros niños y jóvenes: Oren juntos en familia, dele amor y no se canse de decirle lo especial que es para usted, escuche a su hijo, juegue con el, dedique tiempo de calidad, observe su comportamiento para abordarlo a tiempo, lean juntos la biblia, no lo etiquete ni asfixie, sea de ejemplo para el y cuide su familia como primer ministerio.

Hogares sanos dará como resultado una sociedad sana. Si fortalece su tribu familiar, se debilitarán las urbanas y así se restaurará el diseño de Dios para la familia en el mundo entero. 

Recuerda que somos llamados a ser multiplicadores de vida, y esa vida es Cristo en el corazón de la familia.