No basta con 

llamarlo Señor...

Mateo 7:21 "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos"

Algunos aficionados al deporte pueden "hablar bien" de lo que es el juego, pero eso no quiere decir que lo puedan jugar bien. Igualmente se aplica a los cristianos- Dios quiere que hagamos lo correcto, no solo que expresemos con corrección. Lo que hacemos no debe estar divorciado de lo que creemos.

Hay simpatizantes del evangelio que ni leen ni practican la Palabra, como hay personas asiduas a la iglesia y no conocen a Dios, también están los que manejan bien las Escrituras y se sienten los eruditos hijos del Altísimo o quienes afirman que son católicos romanos y apostólicos...Pero si no son realmente "practicantes" de lo que profesan ni tienen a Jesucristo sentado en el trono de su corazón, no son nada de lo que dicen; Por más que le llamen Señor, la realidad es que Dios no es verdaderamente su Padre sino que son como esos aficionados al deporte que no lo practican.

Jesús desenmascara a aquellos que aparentan ser religiosos pero no tienen una relación cercana ni intima con El y en repetidas oportunidades los llama hipócritas...

Dice Romanos 2:13 Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.

Es importante saber lo que la biblia dice, pero mucho más importante es obedecerla. La eficacia de lo que predicamos se mide por el efecto que tiene en nuestra conducta. 

Quienes son capaces de invocar el nombre de Jesús, deben ser capaces y colocarse como meta, escuchar Su corazón y poner en practica Su Palabra.

Dice Lucas 6:46 ¿Y por qué me llamas Señor y no haces lo que yo digo?

Una "conversión genuina" no es de un solo día ni una emoción del momento, se trata de caminar con Cristo y parecerse cada vez mas a El.

El deseo del Eterno está plasmado en Su Palabra: Nos habla de Sus propósitos, Sus decretos, Sus principios y Su voluntad; Para que quienes lo hemos hecho Señor de nuestras vidas nos rijamos por ellos- Conociendo al Padre y haciéndonos conocer por El.

Para que no nos ocurra como a las vírgenes insensatas, que cuando regresó su señor, no estaban apercibidas, en su lámpara no había aceite y la puerta le fue cerrada; Entonces al tocarla llamando a su señor, este le dijo: ¡No las conozco! Ser cristiano es una forma de vida no una bandera. Amar a Cristo no son palabras, se demuestra viviendo para El. 

Dios no es conformista, el no quiere solo una parte de ti, El te anhela por completo. Es necesario andar como El anduvo.