Balanza Adulterada.

Colosenses 3:25 "Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal cometido, y eso, sin acepción de persona"

Toda injusticia es pecado; Cuando la balanza se inclina para actuar con egoísmo y sin temor a Dios, se violan los principios establecidos en la Biblia concernientes al respeto, la equidad y el amor.

La injusticia social en su esencia es infracción a la ley del Creador. Conocemos por los diez mandamientos, que el matar es pecado, pero por ejemplo: al alterar la balanza perjudicando a los consumidores, también es penado por el Señor... 

De igual manera, la administración de la justicia es indispensable para el sostén de toda sociedad organizada; por eso no se debe bajo ningún concepto violentar la esencia de la misma, haciendo culpables a quienes son inocentes.

Dice 2 Crónicas 19:7 Así que respeten al Señor y tengan cuidado con lo que hacen, porque el Señor nuestro Dios no tolera injusticias, parcialidad ni sobornos.

La Biblia no es dualista. Dios es Señor de Sus seguidores, Maestro, Creador y Dueño, y Su autoridad a menudo se expresa por medio de una debilidad aparente; Pero sigue siendo la máxima autoridad del universo y el único que tiene la capacidad de juzgar y dar a cada quien lo que merece.

Dice 2 Corintios 5:10 Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponde, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.

Que la gente viva de espaldas a Dios y actúe con injusticia y tiranía, no quiere decir que es más poderoso o tiene mayor autoridad que otro; Porque la autoridad del Eterno está sobre todo hombre y se manifestará en la tierra y en el cielo en el momento menos pensado. 

Las Escritura señalan que los injustos no entrarán al Reino de Dios. Pablo decía que los cristianos no deben llevar sus desacuerdos a las cortes del mundo, porque se manejaría la venganza por la cual no debe ser movido ningún creyente, poniendo mayor atención en el proceso que en el propósito. 

Quien pone la otra mejilla dejando que sea el Padre el que juzgue, al voltear la cara, ya ha perdonado y sanado su alma. El doble propósito se cumple y la prueba es superada. 

Dios es justo, dejemos todo en Sus manos.