Un aguijón en la carne.
El aguijón al que se refiere Pablo, ha sido mal interpretado como una enfermedad o una tentación incesante. Pero el apóstol usa esta palabra en sentido figurado, para explicar ese tormento que tanto le ha molestado en su servicio a Dios, para que no lo pueda hacer de manera mas eficiente.
Un espíritu enviado por el maligno, que vez tras vez pretende robarle la fuerza, la fe y la motivación, pegándole bofetadas en el mismo lugar: "El ego"; Con el fin de hacerlo retroceder por tanta molestia, como cuando: fue prisionero, apedreado, golpeado, atacado por multitudes enardecidas, sufrió naufragios y hasta traición de los suyos.
Dice Números 33:55 Y si ustedes no expulsan a los habitantes del país, los que se queden allí les molestaran como una astilla en el ojo o como espinas en el cuerpo, cuando ustedes se instalen en el país.
Uno de los consejos del Padre a Pablo con respecto a su aguijón, fue que se bastase en Su gracia porque Su amor es todo lo que necesita; Y así, Su Poder se manifestaría plenamente en la debilidad, entonces cuando más débil se veía, era cuando el poder de Cristo reposaba y se manifestaba en él, para hacerlo fuerte.
Dice Ezequiel 28:24 Y nunca más será la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le de dolor, en medio de cuantos le rodean y menosprecian; Entonces sabrán que Yo soy Jehová.
Quizás percibas ese proceso persistente como ese aguijón insufrible que te invita a retroceder, que te grita que es mas fuerte que tu, y sientes que te persigue, que pretende hasta encarcelarte, y no entiendes el por que...
Mi invitación no es para que te resignes, sino a que te sustentes únicamente en la Gracia y el Amor del Eterno. Entonces, experimentar{as la fortaleza de Cristo en tu debilidad, que te levanta para continuar sin desmayar.
¡Diga el débil, fuerte soy! Porque toda situación la soportarás, la superarás y la conquistarás en Cristo que es quien te fortalece.
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