Redimidos.

Gálatas 3:13 "Cristo nos redimió de la maldición de la ley haciéndose maldición por causa nuestra, porque La Escritura dice: Maldito todo el que muere colgado en un madero"

En oportunidades andamos por la vida diciendo que somos hijos de Dios, pero aun no hemos entendido el valor de la redención, ni los beneficios que esta trae.

Una vida redimida es una vida verdaderamente libre, una vida que no tiene condenación ni se debe dejar esclavizar por nada ni por nadie, que refleja a Jesús. 

Los redimidos somos gente de quienes el pecado no se puede enseñorear y que gozamos de: Perdón, justificación, libertad de maldición, adopción dentro de la familia de Dios, liberación de la esclavitud, paz con el Señor, y somos morada permanente del Espíritu Santo.

Si realmente hemos sido redimidos por la Sangre de Cristo, entonces necesitamos entender que nuestra condición previa fue de esclavitud.

Jesucristo fue a la cruz en nuestro lugar para pagar el precio de esa liberación.

Dice Isaias 62:12 Y los llamarán pueblo santo redimido del Señor. Y a ti te llamarán ciudad deseada, no abandonada.

La redención hay que celebrarla, hay que vivirla, hay que agradecerla, pero sobre todo hay que entenderla para poder disfrutarla.

La Biblia registra que terminamos siendo esclavos de todo aquello por lo que nos dejamos vencer. Por lo tanto, si abrigamos rencor, vicios, frialdad espiritual, apegos mal sanos, venganza, malas palabras, condenación, falta de temor a Dios, etc...Es porque nos falta la revelación del acto redentor que hizo Cristo por cada uno de nosotros.

El solo pensar que estamos esculpidos en la palma de Sus Manos, que nuestro embrión vieron Sus ojos, que nos ama con amor eterno; Debe ser más que suficiente para asumir la redención como un acto que selló Su amor por la humanidad y al que debemos ser recíprocos.

Dice Isaias 5:10 ¿No eres tu el que secó el mar, las aguas del gran abismo; El que transformó en camino las profundidades del mar para que pasaran los redimidos?

Las calles del cielo estarán llenas de ex-cautivos (redimidos) quienes con ningún mérito propio fueron perdonados y liberados. Esos esclavos del pecado que fueron convertidos en nuevas criaturas, en santos, y cantarán un nuevo cántico al Redentor que fue inmolado. 

Digan los redimidos: ¡Aquí estoy! Y celebren por haber sido rescatados de las consecuencias eternas.