No le eches una mano 

esta vez...

Isaias 43:1 "Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu mano derecha; Yo soy quien te dice: No temas, yo te ayudaré"

Estoy totalmente de acuerdo que la "ayuda mutua" es un principio por el que todo cristiano debe regir su vida. Pero no todo el tiempo debemos sentirnos en la obligación de hacerlo, o creer que seremos condenados si no actuamos como las manos del Señor aquí en la tierra.
Les Explico: Existen momentos de "trato del Señor" en la vida de nuestro prójimo, en el que nadie debe intervenir; porque es un proceso de tú a Tú donde el Padre quiere darles una lección o sacarlos de un lugar para introducirlo en otro dependiendo únicamente de Él.
Nosotros debemos discernir para no actuar como si fuéramos más buenos que Dios y terminar desgastandonos en vano.
Dice Eclesiastes 3:5,6 ...Hay un momento para abrazarse y un momento para separarse. Un momento para intentar y un momento para desistir...
No se trata de dureza de corazón o egoísmo, sino de reconocer los tiempos y saber cual es el momento suyo para superar esa prueba, y quizás nuestro papel sea únicamente orar.
Parte de la madurez espiritual es no perder el tiempo donde el Padre no nos ha llamado, teniendo sabiduría y sobriedad para decir si o no- Cuidando nuestro corazón de no ser insensibles ante la necesidad ajena.
Dice Zacarías 4:6 Y él continuó: Este es el mensaje del Señor para Zorobabel: No depende del ejército, ni de la fuerza, si no de mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso.
En muchas oportunidades, caemos en el error de querer echarle una manito a Dios cuando Él no nos ha mandado.
Actuemos dirigidos por Su Espíritu siempre.
Vamos a crecer en amor, pero también crezcamos en fe, templanza y sobriedad.
¡Claro que debemos ser instrumentos del Creador! Pero en Su Voluntad, en Su tiempo y bajo Su dirección.
Amar también es soltar para que caminen solos y crezcan; Si el Eterno lo hace, nosotros también lo debemos hacer.