¡A Mi Me Defiende Mi Dios!

Mateo 18:6 "Pero ay del que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en Mi, mejor le sería que se colgaran en el cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar"

Si hay algo a lo que todos estamos expuestos, es a las: injusticias, la maldad y los abusos de otras personas. 

Por lo general, cuando un hijo de Dios pasa por una situación donde realmente fue la víctima de otro sin razón aparente, le da una sensación de impotencia y comienza a manejar una serie de emociones encontradas, tratando de buscar lógica al asunto y a su vez apaciguar el deseo de venganza...

Pero al final, cuando recuerda que tiene un Padre que se encarga de esos asuntos, pone todo en Sus Manos y descansa en El. Dice Zacarías 2:8 Porque así ha dicho Jehová de los Ejércitos: Tras la gloria me enviará el a las naciones que me despojaron; porque el que me toca, toca a la niña de Sus ojos.

El que se mete con un hijo de Dios, no sabe en el lió que se está metiendo y mucho menos si cree que saldrá ileso. Nuestro Padre nos ha prometido que El siempre dará la cara por nosotros, que tomará venganza por Su mano y no dará por inocente al culpable- Pero todo esto lo hará si nos mantenemos dentro del marco de su Palabra, en santidad y sin defendernos a menos que El mismo lo indique. Dice Lucas 17:1,2 Es inevitable que les vengan tropiezos, pero, ¡Ay de aquel por quien vienen!

Así que cuando te difamen, ultrajen, maltraten, cometan contra ti injusticia, te engañen o busquen tu mal, así sea gente del mismo "pueblo de Dios", cruza tus brazos y deja al Señor actuar. Dice Job 16:2 Dios me defenderá como quien defiende a un amigo. (Esto debe traer alivio a nuestra alma)

Contamos con un Padre Protector, que conoce nuestro corazón en sus intenciones mas profundas y también el de nuestro prójimo- El sabe realmente hasta donde es la inocencia y culpabilidad de cada uno. El ha prometido una y otra vez que por amor a Sus hijos dará a cada quien su paga conforme a Su justicia.

Descansemos en El en medio de esos procesos, simplemente orando y El peleará por nosotros. El es Escudo a nuestro alrededor, nuestra gloria y quien levanta nuestra cabeza. 

No estamos solos, mas temprano que tarde nos exhibirá como trofeos de Su justicia. ¡Gloria a Su Nombre!