¡¿Miedo Yo?!
Salmos 112:7 No tiene miedo de malas noticias, su corazón está firme
confiado en el Señor.
Robos, secuestros, pobreza,
desempleo, crisis económica mundial, guerras, catástrofes naturales ¡Todas
estas son las noticias que están a la orden del día! Sea por el noticiero en TV, por los periódicos, por Internet o por alguien que nos informó; Los medios
de comunicación pareciera que tienen más rating si magnifican aún más el dolor
y los sucesos trágicos. Y por supuesto, esto ha intensificado en la gente el
sentimiento de inseguridad, llamándolos al temor. Al recibir una noticia de
estas, es casi inevitable pensar que nosotros o nuestra propia familia podrían
ser la próxima víctima.
Es una lucha interna para aquellos
que tratamos de vivir con un corazón confiado en Dios. Y
es que definitivamente La fe es el único remedio contra esta clase de tristeza
e incertidumbre que se nos presenta. El Señor por medio de su Espíritu Santo
puede inundar nuestro corazón de inefable serenidad y disipar todo temor
presente o venidero si decidimos asirnos a él. Dice: Proverbios
1:33 Pero
el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal.
Y
quizás se estén preguntando ¿Cómo podemos manejar nuestros temores en medio de
tanto bombardeo? Y les daré una respuesta es sencilla: “Creyendo en las
promesas del Padre”. Dice: Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia.
En
este salmo habla de las ventajas de tener fe en Dios. Tengamos claro que Dios
guarda los pensamientos y las acciones de quienes siguen sus mandatos y le
creen. El Salmo lleva por nombre “Prosperidad del que teme a Jehová”, y
comienza diciendo: “Bienaventurado el
Hombre que tema a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera”.
Fíjese bien que el salmista nos conduce a sacar la conclusión de que: “El temor
de Dios nos puede llevar a una vida sin temor a las circunstancias ni a las
malas noticias”. Es como cambiar un temor por otro.
Y
la pregunta de rigor en el momento que nos sentimos agobiados por temores debe ser:
¿Le estoy oyendo y creyendo a Dios? Te
daré algunos versos bíblicos que te
orientarán cómo oír a Dios: Oseas 2:14
Pero he aquí yo la atraeré y la llevaré
al desierto, y hablaré a su corazón. El desierto es tipo de soledad o
momentos de cequia en nuestras vidas; es recomendable estar en quietud y solos
así es posible escucharle. Y Proverbios
8:32-35 Ahora pues hijos, oídme, y
bienaventurados los que guardan mis camino. Atended el consejo, y sed sabios, y
no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis
puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas. Esos consejos pueden ser los dados en Su
Palabra o por boca de tus líderes espirituales en la misma iglesia: Velar en
sus puertas, es como estar muy cerca de
él para poderlo escuchar diariamente y con claridad. Esto nos da ventaja ante
el temor. Mientras más prestemos nuestro oído para oír al Espíritu Santo y
sepamos hacerlo al momento de las malas noticias, Dios hablará más fuerte por
medio de nuestra fe.
La
inseguridad puede conducir al hombre a una búsqueda de seguridad en lugares
inconvenientes e incorrectos. Como vehículos, negocios o casas; compran seguros
de vida de sumas exorbitantes y la
mayoría de sus posesiones son compradas por altas sumas de dinero o simplemente
deciden irse a vivir a un país extranjero donde haya menos riesgo de
inseguridad, sea por catástrofes naturales, por secuestros, robos o lo que sea…
y para todo eso se necesita mucho dinero. Pero en realidad si no trabajas el
temor éste te seguirá a donde vayas- El único antídoto existente y confiable es
descansar en la suficiencia de Dios y orar a sabiendas que si estamos bajo La
Sombra De Sus Alas, “Donde quiera que estemos”, bajo la situación que estemos,
él nos guarda.
Pero
hay algo importante que no debemos ignorar respecto al temor, y es que lleva el
castigo en sí mismo. Dice: 1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el
perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De
manera que el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Evitemos saturarnos con los canales
de noticias o de la prensa amarillista, porque ellos llenan una porción
diaria de fatalidad y destrucción que más allá de informar “perturban a la
ciudadanía con sus excesos” – Más bien
renovemos nuestra mente leyendo a diario la Palabra de Dios, meditando en ella,
saturándonos de su mensaje y declarándola.
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