Santos ¡Y No de Yeso!
1 Pedro 1:15,16 Vivan de una manera completamente santa, porque Dios que
los llamó, es santo. Pues la escritura dice: Sean ustedes santos porque yo soy
santo.
Hay un tema musical
secular de Armando Manzanero que dice así: El final, se acerca ya, lo esperaré,
serenamente, ya ves, que yo he sido así, Te lo diré, sinceramente, viví, la
inmensidad, sin conocer, jamás fronteras y bien, sin descansar, y a mi
manera. Jamás, tuve un amor, que para mí, fuera importante, tomé, solo la
flor, y lo mejor, de cada instante, viví, y disfruté, No sé si más, que otro
cualquiera, y si, todo esto fue, a mi manera. Porque sabrás, que un
hombre al fin, conocerás por su vivir, no hay por qué hablar, ni que decir, ni
que llorar ni que fingir, puedo seguir, hasta el final, a mi manera. Tal
vez lloré, o tal vez reí, tal vez gané, o tal vez perdí, ahora sé que fui
feliz, que si lloré, también amé, puedo vivir, hasta el final, a mi manera.
Esta canción se titula
“A mi manera”, y como pueden haber leído en su letra: Trata de alguien que hizo
lo que quiso y vivió a su manera, como algo que le enorgullecía. Y termina
diciendo: Pude vivir hasta el final a mi manera. Es decir: eso me trajo éxito y
me lo gocé. Y este es el eslogan de la gente que pretende vivir de espaldas a
Dios y ser feliz y exitosa.
El llamado que hace Pedro a andar en santidad no es nuevo. En el Antiguo
Testamento también hay un llamado de parte de Dios al respecto. Dice: Levítico 11:44,45 Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis,
y seréis santos, porque yo soy Santo; así que no contaminéis…Porque Yo Jehová
os hago subir de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios: seréis pues
santos, porque yo soy santo. Una vez más Dios instó a Su pueblo a andar en
santidad.
Cuando se habla de la responsabilidad del creyente de ser santo, es directamente
enfocado hacia nuestra consagración como cristianos- Y va directamente ligado a
uno de los requisitos para ir al cielo. Dice: Isaías 35:8 Allí habrá una calzada,
un camino, y será llamado Camino de Santidad; el inmundo no transitará por él,
sino que será para el que ande en ese camino; los necios no vagarán por él.
Santo significa separado y dedicado exclusivamente al servicio de Dios; no
es una virtud intrínseca del hombre, sino un compromiso que sigue luego de La
santificación hecha por Cristo en nosotros por medio de Su sangre.
¡Sed santos! se refiere a un llamado a desarrollar un crecimiento continuo
hacia una formación y madurez que producen ese carácter puro e intachable- que
lejos de ser religiosos o fatuos seamos gente que cada día se esfuerza por
complacer el corazón del Padre con su vida y obras. “La santidad no es un
estado” sino el logro de vencer al pecado
que se nos presenta en bandeja de oro diariamente.
Por ejemplo: si mentías, cada vez que te encuentres tentado a mentir, decides
no hacerlo, hasta que llegue el momento que ya no sea una tentación para ti. Y
así sucesivamente con cada área débil de tu vida.
Nosotros somos hijos de Dios; los hijos se parecen a sus padres y nuestro
Padre Celestial es “tres veces Santo”, podríamos verlo como una herencia
paterna de Su ADN.
Esto no se puede fingir o falsear, ni se logra con rituales o una fórmula
mágica, ni vestimentas, ni algún tipo de alabanza en particular. Cada quien
sabe lo que le resta santidad, cual es su lado débil y contra qué tiene que
lidiar a diario para no fallarle a Dios.
Mucha gente inconfesa, trata de vivir píamente y sin darse cuenta desean
ser santos, pero fallan porque nadie por sus propias fuerzas puede lograrlo.
Solo los redimidos por la Sangre de Cristo y sellados por el Espíritu Santo
tenemos el privilegio de serlo. Dice: 1
Pedro 1:14-16 Como hijos obedientes,
no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
El mundo está como está porque la
gente es amadora de sí misma, no tiene sensibilidad por las cosas de Dios y
mucho menos por su semejante. El hombre contemporáneo se caracteriza por vivir
para sus deleites (como la canción inicial que les mencioné), quitan a todo lo
que se le interponga para saciar sus deseos egoístas y por estar a la
vanguardia.
La santidad es una decisión por Dios antes que por ti mismo, decídete antes
de que sea demasiado tarde. ¡Cristo viene
de un momento a otro! Y sin santidad, no le veremos.
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