La Mentira Una Trampa

que te Atrapa.

Colosenses 3:9 No se mientan los unos a los otros, puesto que ya se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían.

Pareciera irónico el hecho de que a muchos de nosotros cuando nos preguntan ¿Cuál es una de las cosas que más detestas que te hagan? Lo primero que decimos es: “Que me mientan”. Porque a algunos no nos gusta que nos mientan, pero mentimos… Y es que siempre nos vamos a ver tentados a mentir, pero nuestro deber ser como creyentes es hablar con la verdad. Dice: Proverbios 13:5 El justo aborrece la falsedad, mas el impío causa repugnancia y vergüenza.

He conocido personas que practican la mentira como un deporte, ellos mienten deliberadamente y sin razón alguna, solo por placer; Se han habituado tanto a mentir que aún sin necesidad y ningún tipo de reparo lo hacen una y otra vez- Una mentira va pisándole los talones a la otra. A veces se olvidan de la mentira que dijeron sobre algo y sin darse cuenta dicen otra mentira sobre lo mismo y pierden todo tipo de credibilidad ante la gente que los rodea, porque hasta las cosas más simples y sencillas de la vida la construyen en base a mentiras.

Los médicos llaman a este tipo de personas “Mitómanos”, por la tendencia morbosa a desfigurar las verdades, inventar situaciones, engrandeciendo la realidad de lo que se dice o simplemente por ser adictos a la mentira.

Cada vez que una perdona miente le abre puertas al enemigo dándole derecho legal sobre su vida, entonces él termina sintiéndose dueño y patrocinante del mentiroso y hace de la persona “una marioneta por la cual habla”. Dice: Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira.

La mentira es la expresión contraria a lo que se sabe, cree o piensa. Es la manifestación opuesta a la verdad, cuya esencia es el engaño y su gravedad se mide según el egoísmo o la maldad que encierra. Dice: Salmos 101:7 No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.

La biblia censura la mentira, porque está justamente entre las cosas que aborrece Jehová, por las cuales siente rechazo y aversión. Dice: Proverbios 6:16,17 Seis cosas aborrece Jehová y aún siete abomina su alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa… Por eso cada vez que mentimos defraudamos a Dios y dañamos nuestra relación con él. Dice: Efesios 4:25 Por lo cual, desechando toda mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Alguien dijo: “El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad” Y otro dijo: “Quien siempre dice la verdad, puede permitirse tener mala memoria”.

Nuestra actitud hacia la mentira debe ser la siguiente:

* “Aborrecerla”: Dice Salmos 119:163 La mentira aborrezco y abomino; mas tu ley amo.

* “Evitarla”: Si sabes que hay algo que te llevará a mentir, evítalo. Te sentirás más satisfecho al evitar el pecado que al caer en él. Dice: Proverbios 22:3 El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño.

*Debes “Recibir liberación” de ese espíritu, por eso arrepiéntete, renuncia y pide a Dios. Dice: Salmos 119:29 Aparta de mí el camino de mentira y en tu misericordia concédeme tu ley.

La atadura de mentir, si no la llevamos a la cruz se puede convertir en: Una trampa que te atrapa y te encarcela. No podemos jugar con las advertencias al respecto que nos ha dejado el Señor. Dice: Apocalipsis 21:8  Todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre.

La recomendación es vivir y caminar en la verdad por lo cual murió Cristo. Pidámosle al Señor que nos introduzca en Su escuela de la verdad.