La Comunión Entre
Los Hermanos
1 Corintios 1:10 Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, les
ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya división entre ustedes.
Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.
La idea principal de Dios de que los
creyentes se reuniesen en un mismo lugar es para que tengamos “comunión y
unidad”. La unidad a la que fuimos llamados, más que una normativa rígida y un
compromiso ineludible, es para que disfrutemos los unos de los otros, para que nos
conozcamos, nos ayudemos y rememos todos en ese barco de la fe- En una misma
dirección y por supuesto con Cristo al
mando del timón y la visión de extender Su Reino.
Conozco gente huérfana o abandonada
por su familia que esto les ha caído como anillo al dedo, y testifican de la
bendición de formar parte de la familia de Dios. Como también conozco otros que van a la
iglesia solo por recibir o calmar sus conciencias e ignoran a los que tienen a
los lados; no se creen capaces de formar parte de una bendición para la vida de
los demás. Y la verdad es que siempre vamos a tener algo para dar y con qué
bendecir, no necesariamente tiene que ser en lo económico.
Esta porción bíblica es un claro y
franco llamado de Dios a Su pueblo para que vivan en unidad y en comunión. Y me
refiero a todo Su pueblo, así se reúnan en sitios diferentes; sin prejuicios
denominacionales, celos absurdos o competencias en cuanto a quién es el mejor.
Fuimos llamados a unirnos y tener comunión, simplemente porque Cristo viene por
“una iglesia” y eso solo se logra a base de amor y comunión. Dice:
Juan 17:21 Para que todos sean uno; como tu oh Padre,
en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste.
Hay una demanda que pareciera
imposible de cumplir, dice: Que debemos estar “Perfectamente unidos en una
misma mente y en un mismo parecer”. Pero comencemos por entenderlo lo que
significa andar en, Una misma mente: esto consiste en tener la misma
visión general, es dar a conocer a Jesucristo a las naciones, a sabiendas que las almas son de él, la
gloria es para él y que para él es que trabajamos.
También nos dice que debemos andar
en, Un mismo parecer: y esto no es otra cosa que estemos de acuerdo y
unidos en el Espíritu, unidos en propósito, esencia y acción.
Cuando se nos habla de añadirle a
esta comunión ese toque celestial de la “Perfección”, el Señor nos está
queriendo decir
que debemos ser diligentes y poner todo nuestro empeño en que esa “Comunión y
Unidad”, tenga el mayor grado posible de bondad y excelencia.
Para vivir en comunión con los
hermanos necesitamos aceptar cada parte del cuerpo tal cual es y amarla,
procurando vivir en perfecta comunión y unidad. Dice: 1 Corintios 12:14-23 Además, el cuerpo no es un solo miembro sino
muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no
será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo,
¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el
oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado
los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos
fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los
miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: no te
necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más
necesarios; y aquellos del cuerpo que parecen menos dignos, a éstos vestimos
más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más
decoro.
Si decidimos ser y vivir como Cristo
¡lo lograremos!
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