¿Libertad o Libertinaje?
1 Corintios 10:23 Se dice: “Uno es libre para hacer lo que quiera”. Es
cierto, pero no todo conviene. Si, uno es libre de hacer lo que quiera, pero no
todo edifica la comunidad.
La autoridad de Dios hacia un
creyente no es impositiva. El nos llama y nos da la libertad de tomar nuestras
propias decisiones por medio de nuestra voluntad, pero a su vez nos enseña el
camino a seguir en cada circunstancia, donde nosotros en nuestro “Libre albedrío”
escogemos la decisión que queramos tomar.
Cuando hablo de “libre albedrío” me
refiero a la facultad de obrar “Por reflexión o por elección”, a esa voluntad humana con la que elegimos qué
queremos hacer.
Por reflexión: es cuando hacemos
caso a la advertencia o el consejo con que Dios nos
intenta persuadir para que no pequemos; Sea por medio de Su Palabra o por Su
Espíritu que nos redarguye, o tal vez nos hable por un siervo suyo o por medio de
una circunstancia. Lo cierto es que él nos advierte siempre de una u otra forma
y hasta a las piedras las hace hablar….
Y al actuar Por elección: es en el momento
que elegimos accionar libremente, según nuestro gusto, capricho y voluntad sin
tomar en cuenta a Dios. Y eso
pasa cuando nuestra voluntad es gobernada por nuestros antojos carnales; O cuando
carecemos de temor de Dios y no le amamos lo suficiente como para colocarlo por
encima de nuestros deseos.
Aparentemente la iglesia de Corinto citaba
con frecuencia “Todo me es lícito”, y lo usaba como bandera en forma errónea
excusándose de sus pecados, al decir que Cristo los había perdonado y poseían
libertad completa para vivir como quisiesen.
Yo lo diría que las decisiones que
tomemos libremente, debemos hacerlas pensando también en los demás. Eso se
llama “sentido común”; de manera de obrar tratando que a todos nos convenga,
salgamos de ellas edificados y agradando a Dios. Dice: Romanos 15:2 Cada uno de nosotros
agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación.
El ser humano se ha convertido en
“Individualista” e impulsivo- Sus decisiones giran en torno a ellos mismos,
todo lo hacen para su beneficio propio, piensan
solo en ellos, viven para saciarse sin importar en qué afecte eso a su prójimo,
ni si tiene que pasar por encima para lograr su cometido y usualmente viven
luchando por su libertad, “Su consigna es: yo soy libre o ¡déjenme serlo!”. Dice: Gálatas
5:13,14 Porque vosotros hermanos, a
libertad fuiste llamados; solamente que no usen la libertad como ocasión para
la carne, sino sírvanse por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en
esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Sugerencias para mantener una vida
equilibrada y madura:
1) Antes de tomar una decisión busca la dirección de
Dios.
2) Examina si lo que vas hacer levantará el
Nombre de Jesús en alto.
3) No
asistas a lugares ni caigas en conversaciones donde un Hijo de Dios no pueda
participar.
4) No te dejes llevar por todo, aun así este
parezca inocente- Recuerda ¡examinarlo todo!
5) No te dejes
influenciar por los comentarios de los demás, mantén tu identidad, posición y
convicción en Cristo bien plantada.
6) Actúa gobernado totalmente por el amor de Dios
en tu corazón.
7) Pregúntate antes de actuar ¿Esto complace al Señor?
8) Escribe esta porción de 1 Corintios 10:23 y
colócala en un lugar visible donde siempre la recuerdes.
9) Pídele al
Espíritu Santo que te ayude a que tu mente no se cierre y sientas cuando te
redarguya para hacer lo que realmente te conviene.
10) Vive una
vida Cristo céntrica y en el Espíritu.
Vivamos plenamente en Cristo sin
caer en excesos. Todo proviene de Dios (la naturaleza, la música, las personas
de ambos sexos, la ciencia, etc.) y él nos ha dado todo para que lo disfrutemos
pero no debemos usar nuestra libertad para cometer abusos o mal poner en nombre
de Cristo.
Los estándares de la demanda de santidad
de Dios con sus hijos no se han movido, El sigue siendo el mismo, somos
nosotros los que lo pretendemos modernizarlo.
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