Los Criterios Errados.
Isaías 5:20 ¡Ay
de ustedes, que llaman bueno a lo malo y malo a lo bueno; que convierten la luz
en oscuridad, y la oscuridad en luz; que convierten lo amargo en dulce y lo
dulce en amargo!
Cuando entablo una
conversación seria y madura con alguien, regularmente por una u otra razón
terminamos hablando de lo que dice la Biblia y los valores que ésta trata de
inculcar.
En repetidas ocasiones
en esas charlas me he topado con el tipo de gente que se dicen ser buenas y con
otras que están muy adaptadas a los criterios de este mundo, y que me hacen
afirmaciones como: ¿Para qué casarme, si la diferencia está en el papel que se
firma? ¡Mejor vivo en concubinato con mi pareja! Así el día que nos cansemos
uno del otro, nos separamos y ya… de esa manera no le estamos haciendo daño a
nadie. Dice: Lucas 11:35 Mira pues, que la luz que en ti hay no sea oscuridad.
Llamar bueno a lo malo
y malo a lo bueno significa “Confusión”. Es una figura exacta de los
inconfesos o falsos profetas, que andan de casa en casa presentado sus puntos
de vista que contradicen a las Sagradas Escrituras y confunden a los débiles.
Dice: Proverbios 3:7 No seas sabio en tu propia
opinión: Teme a Jehová, y apártate del mal.
La biblia es contundente respecto a este tema.
Dice: Malaquías 2:17 Habéis cansado al Señor
con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le
hemos cansado? Cuando decís: Todo el que hace mal es bueno a los ojos del
Señor, y en ellos él se complace; o: ¿Dónde está el Dios de la justicia?
Es muy fácil decir ¡Nadie puede decidir por otro lo que es bueno o malo!
pueden pensar tal vez que embriagarse no es dañino, que las relaciones
extra matrimoniales no son malas o que el amor al dinero no los controla de
verdad; Pero cuando damos excusas por nuestras acciones, quebrantamos la
diferencia entre el bien y el mal. Si no tomamos la Palabra de Dios como
nuestra regla de vida, pronto todas las alternativas morales de nuestro
proceder parecerán confusas, porque sin Dios vamos directo al fracaso.
La moralidad moderna con su
tendencia a disimular el mal y a modificar el concepto de la perversidad, hace
cualquier cosa para darle apariencia de algo justo y recto a lo que es
realmente malo y dañino. Porque ven el engaño como un modo de prosperar, el adulterio
sólo como placer ocasional, la mentira sólo un medio para un fin y la
homosexualidad la ven livianamente como el resultado de una diferencia en la
composición de cuerpo; y acomodan el pecado con tanta liviandad que ya “Nada es
malo”, todo es normal porque el mundo así lo ve, y ellos dicen ser de mente
abierta.
Pero La Biblia nos hace
un llamado de atención a no caer en los engaños de este sistema gobernado por
el libertinaje, ni a acomodar lo santo de Dios a lo impuro del mundo, para
sentirnos cómodos o aceptados. Dice: 2
Corintios 6:14 ¿Qué comunión tiene la
luz con las tinieblas?
Dice: Eclesiastés 12:14 Porque Dios
traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea
mala.
Por eso al pecado hay que llamarlo por su nombre. No negociemos nuestros
principios, valores y diseño original por complacer a nadie…incluso, a nosotros
mismos.
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