La Sensación
De Profunda Tristeza.
Salmos 42:5 ¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por
qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía
seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y salvador!
En esta
oportunidad los hijos de Coré, le hablan desde una posición de fe a su alma que
se había sublevado en contra de sus convicciones, por lo que veían que sucedía
a su alrededor.
Los hijos de Coré (Músicos y ayudantes del templo), autores de este Salmo,
estaban melancólicos, desalentados y deprimidos, porque se encontraban
exiliados; muy lejos de su tierra, y no
podían ir a adorar al templo de Dios durante las fiestas establecidas en
aquellos tiempos.
En aquel momento, ellos enfocaban su mirada únicamente en las cosas de la
tierra y habían caído en un estado de desesperanza drástico. Como le pasaba a
David, cuando se deprimió a tal punto que dijo en: Salmos 38:6 Estoy encorvado,
estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.
Lo más común en los que pasan por esa situación apesadumbrada, lo proclamó
Asaf, en: Salmos 77:3 Cuando dijo: Me acordaba de Dios, y me conmovía; me
quejaba, y desmayaba mi espíritu. Era su duda el centro de atención y todo
aquello lo llevó a la angustia. El común denominador de las personas que se
encuentran en esta situación es que sienten a Dios lejos, su fe se apoca y los
dominan emociones negativas de profunda tristeza.
La depresión: es una
de las enfermedades emocionales más comunes en este tiempo; Es un padecimiento
que se ha propagado afectando a millones de personas, tanto a cristianos como a
no cristianos; Y quienes la sufren pueden experimentar intensos sentimientos de
tristeza, ira, desesperanza, fatiga, etc. Empiezan a sentirse inútiles y aún
pensar en quitarse la vida, perdiendo el interés en las cosas y dejan de
disfrutar con personas con las que antes lo hacían. Con frecuencia es
acrecentada por circunstancias por las que están pasando, como: la pérdida del
trabajo, la muerte de un ser querido, el divorcio o problemas psicológicos
como: derrotas, tristezas mal tratadas, abusos o la baja autoestima. Esto trae
como secuela un trastorno en el cerebro que trasciende al ánimo, la conducta y
la forma de pensar; Aún el área espiritual se ve afectada porque es una puerta
abierta donde aprovechan de entrar muchos entes malignos a sabotear la fe y el
proyecto de Dios para esa vida.
Esto es
delicado, porque a veces no le damos importancia a una cosa tan simple como no
comer o no dormir como se debe y no reposar suficiente, y eso puede ser causa
de depresión. También Las reacciones a ciertos medicamentos pueden afectar el
humor o disposición de una persona. O Si alguien toma sedantes o
tranquilizantes durante un lardo periodo de tiempo, puede ser un candidato a
una depresión.
¿Cuántos de nosotros no hemos sentido depresión algún momento de nuestras
vidas? Y ¿A cuántos Dios nos ha sacado de esa situación? Pero la transición de
estar en ella y salir de ella, es comenzar desde esa pregunta que se formuló a
sí mismo el salmista: ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por
qué te turbas dentro de mí? Y en darse esa
respuesta mediante la búsqueda del Señor: Espera
en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Aunque el estar
deprimido no es pecado, el cristiano es responsable de la manera como responda
a la aflicción, incluyendo el obtener la ayuda
que necesite; El pecado radica en entregarse a la depresión al punto que
sus hechos nieguen su fe y la eficacia del poder de Dios. No vivamos pensando
solo en nosotros y acariciando las emociones negativas, miremos nuestro destino
profético y corramos a él mientras servimos, amamos y somos útiles en todo
lugar.
Las
Sagradas Escrituras siempre serán “Un libro de acción y no un libro de solo
contemplación”. Sigue sus instrucciones y no temas ni dejes que el temor
te detenga. Comencemos por ejercitarnos en la alabanza así nuestra carne se
resista. Dice: Salmos 71:14 Mas yo esperaré continuamente, y aún te alabaré más y
más.
Recomendaciones
anti depresivas:
1-Deshazte de los
resentimientos diariamente. Efesios 4:26
Airaos pero no pequéis; no se ponga el
sol sobre vuestro enojo. No se vayan a la cama enojados con otra
persona.
2-Haz todo lo que
puedas por resolver los conflictos familiares y con todos. Romanos 12:18 Si es posible,
en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
3-Cada semana,
preferiblemente cada día, encuentra algo productivo que te haga sentir útil y
te sientas bien con Dios y contigo mismo. Efesios 2:10
“Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas".
4- Ayuda a alguien que
lo necesite. Hebreos 13:16 Y no se olviden ustedes de
hacer el bien y de la ayuda mutua,
porque de tales sacrificios se agrada Dios.
5-Comprométete a una
relación íntima y amorosa con Jesucristo en tu vida diaria.
6-Haz tiempo para
compartir en compañerismo con uno o dos buenos amigos, estudien la biblia,
oren.
7-Reordena tus
prioridades de acurdo a la voluntad de Dios.
8-Haz ejercicios, esto
ayuda a drenar y trae salud y vigor al cuerpo.
9- Si es necesario,
busca ayuda espiritual, médica o profesional.
10- Toma unas
vacaciones donde hagas higiene mental.
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