"Pacificadores"
Mateo 5:9 Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará
hijos suyos.
La antítesis de los que pacifican,
son los que buscan y hacen violencia. El común denominador de su significado, puede
iluminarse por la relación de "Violencia": que puede entenderse como
todo aquello que irrespeta la dignidad del ser humano y atropella su mismo ser
como imagen y semejanza de Dios. Se puede violar al otro físicamente,
hiriéndolo o matándolo; pero también materialmente, robando o dañando sus
bienes o negándole la base material de su subsistencia y verbalmente,
sicológicamente y en muchas otras acciones cuando abusan de una persona e
infringen sus derechos y dignidad.
La biblia relata episodios de
genocidio y destrucción de pueblos completos con gran violencia. La pregunta es
¿Cómo podemos interpretar estos textos a la luz de la enseñanza de Jesús, el pacificador?
Dice en: Lucas 6:35 Antes bien, amad a
vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y
vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque El es
bondadoso para con los ingratos y perversos.
En el libro de Éxodo 2:11-15 se relata un episodio de la vida de Moisés. Dice: En aquellos días sucedió que crecido Moisés,
salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que
golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y
viendo que no aparecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Al día
siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba
al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a
ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al
egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido
descubierto. Oyendo faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero
Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.
Moisés fue criado por la hija de
faraón (una egipcia) pero él era israelita. Su madre lo metió en el río en una
canasta impermeabilizada con brea para salvar su vida porque en aquel tiempo
estaban matando a todos los niños varones recién nacidos. Y éste, al crecer
gozaba de los privilegios que le correspondían como supuesto nieto de faraón.
Fue criado entre egipcios, aunque su corazón siempre fue israelita.
En esta oportunidad del relato
acontecido en Éxodo 2. El uso de la
fuerza no le resulto en una situación mejor, sino en un problema mayor y en el
exilio al desierto. Y es en el desierto donde el Señor se revela a Moisés y le
enseña a depender de él.
A través de los años sin embargo,
Moisés no deja de reaccionar, sino que aprende a hacerlo de la manera correcta “como
un hijo de Dios”, por la madurez que adquirió en el trato que Dios tuvo con él
en el desierto.
Luego de esto, la mayor parte del
tiempo era un mediador entre Dios y el pueblo.
Una
sociedad violenta es una sociedad enferma. Resolver con la fuerza en vez de usar
el diálogo, casi nunca remedia porque la violencia engendra más violencia y
produce resentimientos que perduran. Pero lastimosamente en la actualidad ven
normal la agresión física y verbal ¿Y donde están los pacificadores- los hijos
de Dios en todo esto?
La
violencia viene del hogar a la sociedad y es reforzada por los medios de
comunicación, tales como la televisión, los videos los juegos bélicos, la radio
y los medios impresos corrompidos.
Cooperar cuando estemos involucrados en un conflicto, es
un camino más excelente que la fuerza. La cooperación lleva a la pacificación. Es
resolver de antemano por medio de esa cualidad de hijos, como lo es la de “pacificadores”.
No se trata de parcializarnos ni de entrometernos, sino que con la sabiduría de
Dios y siendo neutrales con ambas partes y sus planteamientos, los podamos
conducir a la reconciliación y el perdón, y les mostremos luz de lo que Cristo
quiere para sus vidas según lo que dice Su Palabra.
Los diferentes
gobiernos del mundo, gastan miles de millones de dólares anualmente en
armamento ¿se imagina lo que sería de este mundo si a el dinero se le diera
buen uso? Si se invirtiera en biblias por ejemplo, hubiera más literatura que
le hable a la moral del ser humano para que se convierta su alma a Cristo; ¿o
se invirtiera en ayudar a los pueblos pobres y necesitados, como los que han
sido devastados por catástrofes naturales?
El llamado al
pueblo de Dios es a “Llevar la paz”, es ser pacificadores, sin rendirse al
sistema ni unirse a la violencia. Los creyentes debemos saber reaccionar
correctamente, el pueblo de Dios debe estar sujeto a la esperanza de la venida
de Cristo; Pues cuando él venga e instituya Su gobierno: no habrá más guerra,
no más dolor, no más abusos, no más terroristas, no más opresión, no más
atentados suicidas, no más injusticia social. Como dice en apóstol Pablo en: Romanos 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
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