Un Buen Contraste
Mateo 10:16
¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean pues,
astutos como serpientes, aunque también mansos como palomas.
Hay un dicho popular
muy repetido en el medio cristiano que dice: ¡Manso pero no menso! Y regularmente
lo dicen cuando están demandando de ellos una actitud que sobrepasa la mansedumbre
por el simple hecho de ser creyentes; O cuando se sienten subestimados por profesar su fe y tienen el deber de estar
calmados como sin derecho a alterarse por nada o emitir su opinión u objeción en ningún momento- El airarse no es pecado, el pecado radica en lo que se hace o dice cuando se
está en ese estado emocional (Efesios 4:26 Airaos pero no pequéis…).
El Señor siempre nos ha
advertido que el mundo en el que vivimos no es precisamente un paraíso agolpado
de bondad por donde miremos. Quiere que abramos bien los ojos ante el carácter
voraz de los hombres que pueblan la tierra y "no le temen". Dios nos envía a este
mundo, no por capricho ni por azar, sino con una misión: “Implantar Su Reino”
permaneciendo como ovejas de Su prado - a pesar de estar rodeados de lobos;
pero nos insta a que asumamos una posición sabia ante tal situación. Su
consejo es: sean “Prudentes como serpientes y sencillos como palomas”. Yo lo diría
de la siguiente manera: En guardia sigilosa contra sus movimientos, pero sin
perder la sensibilidad y el amor. Como
dice Romanos 16:19 Porque la noticia de vuestra obediencia se ha
extendido a todos; por tanto, me regocijo por vosotros, pero quiero que seáis
sabios para lo bueno e inocentes para lo malo.
Mansos o “prudentes”,
pero Astutos o “sencillos”: Evidentemente es un llamado de Dios a tener el
equilibrio perfecto como hijos suyos en medio de tanto ataque y confrontación;
donde estamos siendo bombardeados, vistos, evaluados y probados, porque somos “libro
abierto leído por todos” dice la biblia.
Dios nos muestra el
“Verdadero Equilibrio”. Una de las debilidades de los creyentes es que
carecemos de equilibrio y rayamos en el extremismo. Para que nos encaminemos a
una madurez en Cristo debemos comenzar por procurar éste, ejercitándonos en la
prudencia y la sagacidad- En la justa medida y proporción del Espíritu, sin
convertirnos en maliciosos o bobos por salirnos de los limites que nos coloca
el Señor.
Ese equilibrio se trata
de que a pesar de que hayan fuerzas encontradas en nuestro derredor y manejemos
muchas verdades como: la autoridad en Cristo, los frutos del Espíritu, la
unción y todo eso esté enfrentado con los embates exteriores, como:
dificultades, abusos de autoridad, ataques del enemigo, etc. Sepamos manejarlo
con toda sabiduría y haya una compensación de todas estas verdades, fuerzas y
vivencias, para mantenernos sin caer ni claudicar ante la maldad.
La
explicación resumida de todo esto está en ser como Jesús, dicha en: Mateo 11:29 "Manso y humilde de
corazón". Si, la mansedumbre describe perfectamente el carácter
correcto y está ligada a un tremendo coraje en medio de la reprensión, sin hipocresía ni disimulo y a una desbordante vitalidad
en saber manejar cada situación con amor y sabiduría. Si queremos llegar a ser cristianos maduros y
aprobados por Dios, debemos comenzar por ser equilibrados aplicando este
contraste: “Mansos pero astutos”.
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