¡Cuidado con las Lisonjas!

Salmos 12:3,4 "Corte en Señor todo labio lisonjero, la lengua que habla con exageración; A los que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios nos defienden..."

Una cosa es cuando alguien ve la parte positiva en otro y la exalta, y otra cunado con falsedad e intenciones ocultas toman a alguien para adularlo, elogiarlo o halagarle- Ya lo segundo es "Lisonja". 

Dice Proverbios 29:5 El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.

Cuidado con esos que saludan y te ponen títulos rimbombantes o te dicen suaves y halagadoras palabras, no son de confiar; Porque su intención es manipular tus emociones y distraerte para darte una mordida venenosa cuando menos lo esperes. 

Dice Proverbios 26:23 Baño de plata sobre olla de barro son las palabras suaves que llevan mala intención.

A los seres humanos nos gusta ser aprobados, reconocidos y recibir palabras de afirmación respecto a nuestros logros o talentos, y no esta mal honrar a alguien. Pero existen casos de personas carentes de aceptación y afecto o con liderazgo impositivo que buscan rodearse de gente lisonjera para escuchar solo cosas buenas y exageradas de si mismos. 

Dice Job 32: 21,22 No haré ahora acepción de personas, ni usaré con nadie de títulos lisonjeros. Porque no se hablar lisonjas; De otra manera mi Hacedor me consumirá.

Cuidémonos de esas exageraciones y mas que todo con nuestras figuras de autoridad, en andar sobrevalorando sus aciertos; Porque eso es una especie de idolatría donde tratamos de agradar al hombre antes que a Dios. 

Si usamos palabras motivadoras, que sean reales y expresadas con convicción y el deseo de dar el mérito justo delante del Señor, eso si está correcto, pero sin pasar los limites de lo legítimo.

Digamos cosas sin esperar que nos retribuyan, sin buscar simpatía para luego aprovecharnos, sin dobles intenciones mal sanas.

¡Vamos a cuidarnos! porque a veces inconscientemente caemos en ese juego. 

Solo a Dios sea la gloria y honra por los siglos de los siglos. Amen