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viernes, 26 de diciembre de 2014

Vanos Encantos



Proverbios 31:30 "Los encantos son una mentira, la belleza no es mas que ilusión; pero la mujer que honra al Señor es digna de alabanza"

A todos nos gusta tener buena apariencia e invertimos tiempo y dinero para mantenerla. Pero en medio de tanto arreglo y gusto por los halagos, hay una verdad latente: "La belleza sin gracia de Dios no es belleza"; ya que la admiración por tanta hermosura dura hasta el momento en que abren su boca o su corazón. Algunos dan la misma impresión que cuando desvestimos un maniquí...¡pierden el encanto!
Esto proverbio de la "Mujer virtuosa" viene resaltando aquello que realmente hermosea y añade valor al genero femenino. Dice 1 Samuel 16:7 No mires a su parecer, ni lo grande de su estatura porque yo lo desecho; Porque Jehová no mira lo que el hombre mira, pues el hombre mira lo que esta delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón.
Esta mujer no era una mujer ordinaria, sino mas bien arreglada. Pero todo comienza con la pregunta: Mujer virtuosa, Quien la hallara? Lo que quiere decir que "no es fácil de encontrar".
Y la respuesta es simple a dónde encontrar esa mujer virtuosa es simple: Ella habita en la voluntad de Dios (parafraseando un poco). Es una mujer de propósito, que contribuye al bienestar de su casa y es clave para su iglesia y sociedad- Temerosa de Dios, porque no pone el valor en lo físico únicamente, sino que su prioridad es agradar el corazón del Padre.
Virtuosa porque es: recta, valorable, honorable, moral y honesta.
Pero advierte: "Engañosa es la gracia y vana la hermosura". En pocas palabras: no te dejes deslumbrar por lo que miras porque puede ser falso, superficial, hueco y poco durable- Falto de calidez interna.
El mundo ovaciona a las mujeres con ciertos atributos físicos, sin embargo en la cultura del Reino se enseña y se ve esto bajo otra perspectiva: La belleza física y sus encantos se esfuman y ya...pero la belleza interior de carácter y de corazón, siempre duran mientras nuestras vidas estén rendidas a Dios.
En esta época donde todos se afanan por vertidos y peinados para lucir bien, hagamos un alto para no caer en excesos y olvidar que: Antes de todo eso, no debemos descuidar nuestra belleza espiritual; Esa que añade el Señor a aquellos que le aman, le obedecen, lo adoran, tienen una perenne comunión con El y su prioridad es agradarle. 
Así que de la misma manera que pasamos tiempo en una peluquería, escogiendo la mejor ropa o retocándonos la cara, no perdamos de vista a el Amado de nuestra alma y oremos lo suficiente sin robarle Su tiempo; porque el hablar con El como prioridad en nuestra vida es como un sauna para el alma, que nos limpia, purifica, prepara y transforma el corazón para darnos esa gracia y esa belleza que tiene mayor estima ante Su presencia y nos garantiza victoria sobre este sistema con los valores invertidos. 
Dice 1 Pedro 3:3-5 El adorno no sea el exterior de encrespamiento de cabello y joyas de oro o vestidos lujosos; sino el interno, el del corazón, en un ornato incorruptible de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de gran estima delante de Dios. 
"No perdamos nuestro norte y guardemos el equilibrio para mantener la verdadera virtud" pues solo así seremos halladas...

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