Los Enemigos de
la Cruz
Filipenses 3:18,19 Ya les he dicho muchas veces, y ahora se lo
repito con lagrimas, que hay muchos que están viviendo como enemigos de la cruz
de Cristo, y su fin es perdición. Su dios son sus propios apetitos, y sienten
orgullo de lo que debería darles vergüenza. Solo piensan en las cosas de este
mundo.
En
la calle me consigo cualquier cantidad de no creyentes o descarriados que al momento
de predicarles me ponen una objeción por algo que vieron u oyeron de un
cristiano de mal testimonio. Regularmente trato de no engancharme con ellos en
ese punto o citarle la porción donde dice la biblia en: Romanos 9:6 No que la palabra
de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son
israelitas. Pero estoy consciente que hay un alto porcentaje de los casos
que me cuentan, que son reales.
Entre
ese grupo están aquellos que vivieron en un tiempo de la mano de Cristo y luego
por decisión propia le dieron la espalda y optaron por vivir la vida de
espaldas a él. La Biblia dice que hasta el diablo cree y tiembla.
En
el contexto cultural de hoy en día, no entendemos muy bien el concepto de “Cruz” porque pertenece a otra época.
Pero en los tiempos de Jesús la cruz era sinónimo de la muerte o el sufrimiento
que se padecía por defender las creencias, para la expiación de nuestros
pecados y salvación de nuestras almas.
Primeramente debemos tener claro el cumplimiento de
ese propósito de la cruz. Dice: 1 Pedro 2:24 Quien llevó él mismo
nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero. Entonces se puede decir que: Un enemigo de la cruz se olvida de
Jesucristo como nuestro sustituto; Esta persona por voluntad propia vuelve a la
esclavitud del pecado y opta por el menosprecio del don de Dios. Dice: Hebreos
6:4-6 Porque es imposible que los que
una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos
participantes del Espíritu Santo, y así mismo gustaron de la buena palabra y
los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para
arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole
a vituperio.
Dos
características de los enemigos de la cruz son: “Su sensualidad y su amor al
mundo”:
*Dice el verso inicial: “Cuyo dios es el
vientre”. Esto nos habla de personas que viven en
deleites y en placeres puramente terrenales, distraídos de la vida santa que plantea
el Señor; colocando en primer lugar la glotonería y la bebida- las viandas. Se
trata de supuestos creyentes que más allá del buen comer o el vivir bien; el
confort y las riquezas los tienen deslumbrados, han llegado al punto de
endiosarlos y perdieron de vista a Dios. Son descritos claramente en: 2 Timoteo 3:4 Amadores de los deleites más que de Dios. Ya el Señor no es su
deleite principal ni su suficiente satisfacción. Dice: 2 Pedro 2:13 Recibieron el
galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada
día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aún mientras comen con vosotros
se recrean en sus errores. En el libro de Judas 1:18-19 son descritos como los “burladores que andarán
según sus malvados deseos... los sensuales, que no tienen al Espíritu”. Su burla no necesariamente es abierta y
notoria, sino que radica en que aunque algunos sabiendo hacer el bien no lo hacen
y se inclinan por el mal, pero lo disimulan y a sus adentros se ríen
haciéndose pasar por feligreses o líderes y consagrados.
*Y
luego continúa “Cuya gloria es su vergüenza”. Solo piensan en lo material o
terrenal, en deleitar su carne y nada más: Su gloria es su vergüenza, no porque
sientan vergüenza ellos mismos por su pecado, sino porque manchan el nombre del
evangelio y se constituyen vergüenza de todos. Descritos en: 2 Pedro 2:14,18 Tienen los ojos
llenos de adulterio, no se sacian de pecar... seducen con concupiscencias de la
carne y disoluciones a los que
verdaderamente habían huido de los que viven en error. Algunos de los que
siguen este camino han caído en la fornicación y el adulterio, tanto físico
como espiritual; Y no sólo eso, sino que han buscado legitimar sus
concupiscencias con la misma Escritura. Dice: Gálatas 5:19-21 Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, descensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgias,
y cosas semejantes a estas…que los que la practican, no heredaran el reino de
los celos. Esto lo hacen solapadamente, actúan de encubierto y luego van a
la iglesia y se portan como si nada ha pasado. Aunque existen grupos que tratan
de enseñar desviaciones de la Palabra de Dios, para que sea practicado
abiertamente y para su aceptación dentro de la congregación.
Actualmente, muchos buscan
el interés de la gente mostrando que el evangelio no tiene exigencias
desagradables a nuestra carne - adaptando los estándares de Dios a las
exigencias del público, siendo que ¡Los estándares de Dios son inalterables y
absolutos! No se pueden negociar ni mucho menos degradar. Dice: 2 Timoteo 4:3-5 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista,
cumple tu ministerio.
No
pierdas tu identidad, tu salvación, ni tu santidad, se amigo de la Cruz y aún más
íntimo del “Caballero de la Cruz”.
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