Déjaselo a Dios.

2 Timoteo 4:14 "Alejandro el calderero, me hizo mucho daño; el Señor le pague conforme a sus obras"

Pareciera una carnalidad que Pablo dijera eso referente a otro creyente; Pero en realidad se trataban de las sabias palabras de un hombre que le constaba que Dios da su pago a cada uno, así sea a un hermano en la fe como Alejandro, que se había empeñado en ser tropiezo para ellos y la obra del Señor. 

Eso fue lo mismo que quiso decir Samuel en: 1 Samuel 24:12 Juzgue el Señor entre tu y yo y que el Señor me vengue de ti, pero mi mano no será contra ti.

Cuando sabemos que actuamos de buena fe, con conciencia limpia y la legalidad correcta ante el Padre y las leyes terrenales, pero alguien tomado por su maldad y dirigido por el maligno, decide hacernos daño colocarnos piedra de tranca para malograr lo que con esfuerzo construimos; Es legitimo decirle al Eterno: ¡Págale conforme a sus obras! Pero sin tratar de defendernos en nuestra justicia- Y con seguridad, Dios hará.

Lo único que nos da autoridad moral y derecho espiritual para soltar "esas palabras", es saber que actuamos bajo dirección divina y que nuestro Dios no dará por inocente al culpable...así seamos nosotros mismos los culpables.

Dice Salmos 35:1 Pelea oh Señor, contra los que a mi combaten, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mi...

Necesitamos tener la suficiente libertad y confianza con el Padre como para plantearle ese tipo de cosas y preguntarle si somos nosotros los culpables y dónde estamos fallando. Porque cada individuo tiene un punto ciego en su vida que él mismo no puede notar, pero Dios y los demás si lo ven; solo la humildad permite aceptar que no los manifiesten para disponernos al cambio.

¡Aunque no debemos confiar solo en las obras que hacemos! porque cuando ellas son probadas pasándolas por el tamiz del amor y se halla falsedad, la paga no será la esperada por aquellos que se creen muy justos respecto a las mismas.

Confiemos que Dios traerá toda obra a la luz, sea buena o sea mala, y pagará a cada quien según Su justicia y amor (que nunca estarán divorciadas). 

Y procuremos conducirnos en integridad y santidad a pesar de estar en medio de un mundo corrupto y falto de temor a El. 

Entrégale a Dios todos los que te adversan y descansa en Sus brazos.