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martes, 2 de diciembre de 2014

Todo es Vana Ilusión.


Eclesiastés. 1:2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Una de las luchas de todo ser humano consta en lograr un equilibrio entre su vida espiritual y terrenal teniendo los pies bien puestos sobre la tierra.
A pesar que la vida de fe invita a poner la mira, alma y corazón en las cosas del cielo, eso no quiere decir que no debemos tener los pies bien puestos sobre la tierra, como personas maduras, realistas y sobrias.
Esta vida está repleta de tantas corrientes, que si no estamos bien plantados en la Roca que es Cristo, quizás lleguen a bambolearnos en cuanto a identidad, convicciones y fe. 1 Tesalonicenses 5:6 dice: Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Velar y mantenerse sobrios: sugiere procurar mantener una mente clara y sana, ser sensatos, razonables, juiciosos y con dominio propio. Porque si nos dejamos influenciar o gobernar por lo que marca la moda o la corriente del día, el resultado sería que nos entregamos a “la Vanidad” y eso está divorciado del diseño de Dios para nosotros. Dice: 1 Juan 2:16 "Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo".
“La vanidad” es una forma de vanagloria (Jactancia del propio valer u obrar) y se basa en el orgullo, enfocado a su vez en poner el valor en vivencias de cosas huecas o vanas, que son todo aquello que se tiene por valioso, pero que en realidad desvía de lo que en verdad tiene valor. Lo vano nos apega a una falsa imagen del hombre según Dios, medido por sus riquezas, fama y poder; carece de solidez en relación a la vida eterna.
El tema principal del Eclesiastés es la “Real” poca importancia de los afanes o vanidad de la vida. La infructuosidad y falta de objetivo de los hombres en su obrar, la vaciedad y transitoriedad de todo lo que acontece en la tierra. Salomón muestra que por todo lo que nos afanamos por vivir o hacer aquí en la tierra, es como un soplo efímero, insustancial y evanescente.
El rey Salomón “aquel que todo lo tenía, terminó diciendo” ¡En esta vida, todo es una vana ilusión! Decía algo así como: No me llena como pensé, solo es un placer momentáneo que se esfuma y quedo igual de insatisfecho. Deja planteado con absoluto realismo el problema de la existencia del ser humano mal enfocado y examina con audacia y honestidad los intentos de hallar una solución. Este hombre después de examinar “todo lo que acontece bajo el sol”, no encontró más que frustración, hipocresía, injusticia, codicia y opresión. Demuestra que Dios es soberano y que ninguna actividad humana, que no sea enfocada en el Reino de los Cielos, produce un logro duradero. Como decía el salmista en: Salmos 103:14-16 Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció y su lugar no la conocerá más.
Hay un eslogan católico que siempre me ha gustado: “Solo Dios satisface”. ¡Y es muy cierto!
Vivimos acumulando cosas, recuerdos, ideas, relaciones, detalles, etc. Nos debatimos por alcanzar metas, obtener logros; muchas de estas luchas son legítimas, pero en su justa medida.  Dice: Salmos 39:6 Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá.
Abandonar lo realmente bueno por lo que "parece" mejor es una gran equivocación. Dice: Romanos 8:20 Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió. Caer fascinados por el enemigo, al punto de dejar lo que realmente tiene valor  y correr detrás de lo nuevo para descubrir que solo era una ilusión, es un camino que muchos transitan con vanas ilusiones que terminan en desengaños.  Algunos afanados por auto complacerse pasan años perdiendo el tiempo en eso para llegar a la misma conclusión: “todo era vanidad”. Y dice: 1 Juan 2:15 "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él."
Jesús  mismo, habló de prioridades y lo hizo no por mezquindad, sino porque sabía que solo en el orden correcto las cosas adquirirían el valor suficiente para llevar a la plena satisfacción. Él dijo en: Mateo 6:31-33 No os afanéis,  pues,  diciendo: ¿Qué comeremos,  o qué beberemos,  o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas;  pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosasMas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,  y todas estas cosas os serán añadidas.

La propuesta de Jesús no es una vida miserable en la que todos sufran, pero tampoco a favor del hedonismo (doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida). Él mismo participó muchas veces de banquetes y fiestas, inclusive, hasta fue criticado por eso. Su gran proyecto es que seamos Cristo céntricos sin dejar de disfrutar de las bendiciones que él nos da.

2 comentarios:

  1. Si es de tu autoría, mis felicitaciones. Si lo lo vives, mi admiración. Muchas gracias, me fortaleció. La palabra de Dios es poderosa para salvar. Sigue escribiendo.

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  2. Gracias por esta reflexión! Me ha ayudado mucho, lo escribiré para compartirlo muy pronto, lástima que no sé tu nombre para darle crédito pero sí diré que esto estuvo escrito por alguien que Dios ha guiado, espero nuestro Señor te bendiga grandemente!! Sigue con esto!

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