Todo es Vana Ilusión.
Eclesiastés. 1:2 Vanidad de vanidades, dijo el
Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Una de las luchas de
todo ser humano consta en lograr un equilibrio entre su vida espiritual y terrenal
teniendo los pies bien puestos sobre la tierra.
A pesar que la vida de
fe invita a poner la mira, alma y corazón en las cosas del cielo, eso no quiere
decir que no debemos tener los pies bien puestos sobre la tierra, como personas
maduras, realistas y sobrias.
Esta vida está
repleta de tantas corrientes, que si no estamos bien plantados en la Roca que
es Cristo, quizás lleguen a bambolearnos en cuanto a identidad, convicciones y
fe. 1 Tesalonicenses 5:6 dice: Por
tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Velar y
mantenerse sobrios: sugiere procurar mantener una mente clara y sana, ser
sensatos, razonables, juiciosos y con dominio propio. Porque si nos dejamos
influenciar o gobernar por lo que marca la moda o la corriente del día, el
resultado sería que nos entregamos a “la Vanidad” y eso está divorciado del
diseño de Dios para nosotros. Dice: 1
Juan 2:16 "Porque todo lo que
hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo".
“La vanidad” es una
forma de vanagloria (Jactancia del propio valer u obrar) y se basa en
el orgullo, enfocado a su vez en poner el valor en vivencias de cosas huecas o vanas,
que son todo aquello que se tiene
por valioso, pero que en realidad desvía de lo que en verdad tiene valor. Lo
vano nos apega a una falsa imagen del hombre según Dios, medido por sus
riquezas, fama y poder; carece de
solidez en relación a la vida
eterna.
El tema principal del Eclesiastés es la “Real” poca importancia de los afanes o vanidad de
la vida. La infructuosidad y falta de objetivo de los hombres en su obrar, la
vaciedad y transitoriedad de todo lo que acontece en la tierra. Salomón muestra
que por todo lo que nos afanamos por vivir o hacer aquí en la tierra, es como
un soplo efímero, insustancial y evanescente.
El rey Salomón “aquel que todo lo tenía, terminó
diciendo” ¡En esta vida, todo es una vana ilusión! Decía algo así como: No me
llena como pensé, solo es un placer momentáneo que se esfuma y quedo igual de
insatisfecho. Deja planteado con absoluto realismo el problema de la existencia
del ser humano mal enfocado y examina con audacia y honestidad los intentos de
hallar una solución. Este hombre después de examinar “todo lo que acontece bajo
el sol”, no encontró más que frustración, hipocresía, injusticia, codicia y
opresión. Demuestra que Dios es soberano y que ninguna actividad humana, que no
sea enfocada en el Reino de los Cielos, produce un logro duradero. Como decía
el salmista en: Salmos 103:14-16 Porque él conoce nuestra condición; se
acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; florece
como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció y su lugar no la
conocerá más.
Hay un eslogan católico que siempre me ha gustado: “Solo
Dios satisface”. ¡Y es muy cierto!
Vivimos acumulando
cosas, recuerdos, ideas, relaciones, detalles, etc. Nos debatimos por alcanzar
metas, obtener logros; muchas de estas luchas son legítimas, pero en su justa
medida. Dice: Salmos 39:6 Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana;
acumula riquezas, y no sabe
quién las recogerá.
Abandonar lo realmente bueno por lo que
"parece" mejor es una gran equivocación. Dice: Romanos 8:20 Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad,
sino por causa de aquel que la sometió. Caer fascinados por el
enemigo, al punto de dejar lo que realmente tiene valor y correr detrás de lo nuevo para descubrir que
solo era una ilusión, es un camino que muchos transitan con vanas ilusiones que
terminan en desengaños. Algunos afanados
por auto complacerse pasan años perdiendo el tiempo en eso para llegar a la
misma conclusión: “todo era vanidad”. Y dice: 1 Juan 2:15 "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno
ama al mundo, el amor del Padre no está en él."
Jesús mismo, habló
de prioridades y lo hizo no por mezquindad, sino porque sabía que solo en el
orden correcto las cosas adquirirían el valor suficiente para llevar a la plena
satisfacción. Él dijo en: Mateo 6:31-33
No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre
celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
La propuesta de Jesús no es una vida miserable en la que todos sufran, pero
tampoco a favor del hedonismo (doctrina que proclama el placer como fin supremo
de la vida). Él mismo participó muchas veces de banquetes y fiestas, inclusive,
hasta fue criticado por eso. Su gran proyecto es que seamos Cristo céntricos
sin dejar de disfrutar de las bendiciones que él nos da.
Si es de tu autoría, mis felicitaciones. Si lo lo vives, mi admiración. Muchas gracias, me fortaleció. La palabra de Dios es poderosa para salvar. Sigue escribiendo.
ResponderEliminarGracias por esta reflexión! Me ha ayudado mucho, lo escribiré para compartirlo muy pronto, lástima que no sé tu nombre para darle crédito pero sí diré que esto estuvo escrito por alguien que Dios ha guiado, espero nuestro Señor te bendiga grandemente!! Sigue con esto!
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