Excesos Religiosos
Santiago 1:26 "Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana"
Comienzo definiendo lo que es "Religión": Es el conjunto de creencias espirituales y normas de comportamiento que reconocen una relación con la divinidad.
Los cristianos afirmamos que no seguimos una religión sino a Cristo, porque todo lo que profesamos y practicamos esta basado en nuestra relación intima con El.
Pero muchos realmente conocen mas la religión; su corazón está mas lleno de ella que del Dios de "Toda gracia"- Pretenden conducir a la humanidad a una serie de ritos y normas en lugar de llevarlos a los brazos del Salvador que transforma vidas y corazones con Su perfecto amor.
No es lo mismo religiosidad que espiritualidad: La religiosidad es guiada por una conducta farisaica de imposiciones humanas, expresadas por costumbres y signos aparentemente espirituales, pero solo son normas que establecen ellos respaldadas por las Escrituras un poco torcidas, que no proceden de una relación con Dios sino de hábitos mecánicos y repetitivos vacíos.
En cambio la espiritualidad: está totalmente relacionada con los Principios del Reino y valores bíblicos, que invitan al individuo a una mayor consagración al Señor y a profundizar cada vez mas en su conocimiento del Padre- Esto es basado en el verdadero evangelio de la gracia.
Dice 1 Timoteo 1:5 Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera.
Los excesos religiosos ocurren cuando nos creemos mas justos y sabios que los demás; entonces pretendemos alinear a la gente según nuestro juicio falto de amor y gracia, y los catapultamos bajo una serie de preceptos y normas de gobierno humano que los anulan y ahuyentan del verdadero fluir en el conocimiento del Eterno. Esto ocurre porque les queremos presentar a un Dios que realmente "no conocemos".
La linea para pasarnos de lo legal a los abusos es tan fina, que algunos no nos damos cuenta cuando ya estamos del lado de la religiosidad y hasta usamos la biblia para imponernos, pero fuera de contexto y carentes del legitimo amor al prójimo.
Somos voceros de Cristo, y para hacerlo correctamente es necesario presentar al Dios conocido, no a la religión que escuchamos y repetimos pero ni nosotros mismos cumplimos los estándares de sus supremas exigencias.
¡Vence al mundo! Renuncia a esas costumbres de gobierno humano e intenciones egoístas adaptadas a la religión; Conoce al Salvador todos los días en todo Su esplendor y recibe Su amor para que lo puedas dar a conocer.
Vamos a revisarnos... a quitarnos los topes religiosos y digámosle: ¡Quiero conocerte mi Señor!
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