Primicias

Ezequiel 44:30 "Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda clase de ofrendas de sus ofrendas, serán para los sacerdotes..."

Tomando en cuenta que Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote y que ya está por comenzar un nuevo año; Comencemos con buen pie dando todas nuestras "Primicias" al Señor.
Regularmente lo que nos planteamos en estos nuevos comienzos son: metas, planes y proyectos, para apuntalar a lo que queremos alcanzar; Pero a veces olvidamos que lo principal antes de tratar de proyectar nuestros sueños debe ser honrar a Dios y darle prioridad con nuestros brotes iniciales, dándole prioridad y el lugar que se merece.
Dice Nehemías 10:35-37 Y traerás cada año los primeros frutos de tu tierra y los primeros frutos de todo árbol a la casa del Señor.
Dar las Primicias al Padre es un principio del Reino de los Cielos que va mas allá de darle una ofrenda; Se trata de posicionar y entregar al Eterno lo primero en todo, darle honra por Su provisión y bendición perenne.
En las "fiestas de las primicias" cada familia tenía que estar atenta a los primeros brotes y animales perfectos recién nacidos para llevarlos al templo y presentarlos al Señor como acción de gracias.
Dice Deuteronomio 18:4 Le darás las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y del primer esquileo de tus abejas.
Este principio continua vigente y no está limitado a la vegetación o a los animales. Dios espera que le dediquemos voluntariamente las primicias de: nuestro tiempo, un ayuno como primicia del año, el fruto de nuestras primeras ganancias, lo primero que hayamos cosechado en alguna siembra, etc. Todo requiere que lo ofrendemos con la misma libertad y amor con la que El nos entregó a Su primer y único hijo para salvarnos.
Recordemos que El sigue siendo el mismo, ayer, hoy y por los siglos.
Por eso para el 2015 debemos comenzar por darle la prioridad en forma de adoración, lo primero y lo mejor al que se merece toda la gloria y honor, al dador de la vida, al Gran Yo Soy, al Dios de nuestro sustento; Solo por puro amor y agradecimiento a aquel que cada día nos muestra Su ternura siendo nuestra porción y Padre bueno.
Seamos recíprocos con Aquel que no escatimó darnos todo, comencemos haciendo las cosas en el orden correcto.
El es Alfa y la Omega, a quien nos debemos por completo.