¿Qué
Espíritu Recibimos?
Romanos
8:15 Pues ustedes no han recibido un
espíritu de servidumbre que los lleve otra vez a tener miedo, sino es Espíritu
de adopción, por el cual clamamos: “¡Abba Padre!”.
Yo no considero ser una
persona nerviosa o miedosa; Pero durante mucho tiempo me pasó algo que llamó mi
atención: Cuando iba en un vehículo y la persona no era buen conductor, o quien
lo manejaba lo hacía a alta velocidad, entraba en un temor más allá de lo común
y me ponía nerviosa. Esto me puso a pensar… porque yo normalmente no era así, y
esa situación en particular era la que me llevaba a ese estado.
Un día hablando con mi
mamá, me contó que cuando tenía seis meses de estar embarazada de mí, tuvo un
accidente automovilístico. Ella venía manejando y otro conductor se pasó el
semáforo sin que fuera su turno e impactó su carro- el impacto fue tan fuerte
que su vehículo tumbó un poste de luz. Me cuenta que llevó un golpe en la
barriga con el volante e inmediatamente la llevaron al médico. En ese instante
el Espíritu Santo me dijo que: “Esa es la raíz mi tu temor”.
Luego como para
afianzar ese temor, recordé que andaba con mi papá como a los 14 años de edad,
y otro vehículo que venía a alta velocidad se pasó el “Pare” y nos chocó; del
impacto vinimos a parar muy lejos y poli traumatizados.
El temor, es ese
sentimiento perturbador provocado por algo que consideramos dañoso, arriesgado
o peligroso. Es sinónimo de miedo en este caso; y puede nacer de situaciones
pasadas que estaban reprimidas en nuestros recuerdos, que nos crean traumas e
inseguridad por hechos acontecidos ya hace largo tiempo. Pero no podemos pasar
por alto que: “El temor es la ausencia de fe” Y sin fe es imposible agradar a
Dios. Dice: Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es
galardonador de los que le buscan.
Existen varias clases
de temores, y varios estudios indican que el temor se manifiesta hacia el
futuro; y por estar relacionado con cosas negativas es una forma de hacernos
sufrir que usa el enemigo de nuestras almas.
Un proverbio chino
dice: “El que teme sufrir, sufre de temor”.
Los creyentes debemos
vivir confiados plenamente en la Protección Divina y esta confianza radica en
escuchar continuamente al Señor. Dice: Proverbios
1:33 Más el que me oyere, habitará
confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal. Por eso es necesario
escuchar las verdades de Dios y no las mentiras del diablo susurrándonos a
diario para que pongamos nuestra mirada en las circunstancias.
Alguien dijo: Dale de
comer a tu fe y tus temores morirán de hambre.
La verdad es que este
mundo no es en nada seguro y estamos propensos a sentir temor; Puede ser a la
muerte, al fracaso, al divorcio, a la soledad, al robo o secuestro, a la vejez,
etc. Pero nuestra posición como hijos de Dios, debe ser combatirlo en base a la
confianza que nos ofrece la cobertura de nuestro Padre cada día. Dice: Salmos 56:3,11 En el día que temo, yo en ti confío. En Dios he confiado; no temeré,
¿Qué puede hacerme el hombre?
No se puede negar que
los riesgos están presentes continuamente- Pero sobre todo eso, existe una
forma en la que podemos vivir con paz y seguridad, sin que nuestra entereza
dependa de circunstancias externas, y solo se puede poseer en la medida que
crece nuestra fe y confianza en el poder y la fidelidad de Dios. Y toda esa fe
viene por medio del conocimiento del Padre. Dice: Salmos 23:4 Aunque ande en
valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
Para liberarse de
temores, primeramente necesitamos conocer la raíz que lo produce, tomar varias
porciones bíblicas que con que la podamos resistir y pararnos firmes sobre
ellas; Enfrentándola, resistiéndola y luchando espiritualmente en su contra,
para poder liberarse de las cadenas en el nombre de Jesucristo. Dice 2 Timoteo 1:7 Pues Dios no nos ha dado un
espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio.
Si descansamos en Dios
y en todo lo perfecto que viene de él, estaremos tranquilos, confiados y
seguros- Eso nos blinda espiritualmente. Pidan fe y aliméntenla, para que el
temor cambie de domicilio y no consiga residencia en sus vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario